viernes, 4 de febrero de 2011

Entronizada en nuestro hogar, Nuestra Señora de la Bendición de Dios.

"BENEDICTA TU IN MULIERIBUS"

        Con gracioso semblante, viene a nuestra casa esta pequeña imagen de Nuestra Señora en el emblemático y gaditanísimo título de la Bendición de Dios.

           Esta entrañable devoción mariana, tiene sus principios a mediados del siglo XVIII, cuando promovidas por el capuchino Fray Pablo de Cádiz, se fundan en Cádiz las Compañías Espirituales del Santo Rosario, una por cada misterio del piadoso collar, algunas se fundaron en iglesias y conventos, otras en casas particulares, y tres de ellas entre las cuales está esta de la Bendición de Dios que fué la primera en construirla, consiguieron crear sus propias Capillas para sus rezos y celebraciones, al nuestro, le siguieron  la de Nuestra Señora de la Encarnación (actual de la Palma), y la de Nuestra Señora del Camino, (Capilla del Caminito).

 Grabado de la Virgen, tomado de una patente de hermano


        La Capilla de la Bendición de Dios se consagra en Abril de 1694, levantándose en la calle que llamaban, del Molino del Viento, allí comenzaron su nueva andadura estos cofrades, en la práctica del rezo público del Santo Rosario, portando "guión con la Milgrosa imagen de María Santísima de la Bendición de Dios alumbrado por faroles". Estas procesiones de dos coros salían al atardecer procurando acabar antes de que el sol se pusiera.

        La imagen presuntamente perdida en los asaltos del 36, era una perqueña talla posiblemente de factura sevillana, tal y como se representa a la Purísima,  tamaño quizás algo inferior al académico, cabellera de pelo natural y se revestía con diferentes mantos de tela sobre los hombros, media luna y corona de plata.

 Llega a nuestro hogar una Bendición de Dios



        El hecho de la iconografía de Nuestra Señora de la Bendición en nuestra casa, está lleno de simbolismos.

        Para ello hay que remontarse al año de 1737, en el que los RR.PP. Carmelitas Descalzos, con fundación ya en la Real Isla de León, llegan a Cádiz con la idea de fundar aquí un "Palomarcito de la Virgen" como denominaba Santa Teresa a cada una de sus fundaciones.

        Cansados en su búsqueda, son los hermanos de la Bendición de Dios con la Virgen Santísima como anfitriona posadera, los que les abren de par en par las puertas de su Casa, allí residen nuestros queridos frailes hasta que en el año 1743 los generosos hermanos de la Bendición de Dios, acceden a la petición de los RR.PP. Carmelitas, para demoler su Capilla y construir sobre ella el hermoso convento que hoy tenemos en la alameda gaditana, eso sí, la Virgen de la Bendición de Dios, ocuparía capilla exenta, en la pared principal del crucero, al lado del Evangelio.

        Allí estuvo, hasta que los desastres de una guerra inculta y despiadada, arrebataron de un plumazo este precioso y místico legado devocional.

        Entiéndase ahora el por qué de esta nuestra iconografía, pues aunque la nuestra no cruza las manos sobre el pecho como el incono primitivo de la Purísima, esto viene a patentar dos hechos y realidades para la historía de esta advocación, en primer lugar su condición de Compañía del Santo Rosarío, cuyo Guión o Simpecado, con los cuales salían estas asociaciones de fieles, empuña en su mano derecha, así mismo también cuelga de sus Benditos Brazos, el elemento dominicano imprescindible para rezar este piadoso ejercicio, por último en su mano izquierda sostiene cariñosa, la Iglesia del Carmen, pues Ella fue su principal impusora y arquitecto, acogiendo bajo su Amparo y Patrocinio a los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, para que fundaran en nuestra ciudad, Protectora y Posadera Bendita de la Orden Carmelitana, Reina y Madre de la Bendición de Dios.

        La imagen data del siglo XVIII, de no más de 30 cm de altura, de encantadora sonrísa y arrebatadora majestad, luce saya y manto bordados por Jaime Zaragoza Ibañez y trabajo de orfebrería en plata de ley en los talleres peruanos de Milton Farfán, todo con diseño del que suscribe. 

        Esta advocación e imagen, es muy especial para el que les escribe, pues la adquirí en el mismo año en el que fuí admitido a la Orden Seglar de los Carmelitas Descalzos, allí tome su nombre y me consagré a la Santísima Virgen como, Luis Manuel de la Bendición de Dios O.C.D.S.




        Aquí podemos apreciar, los atributos de la imagen, en el centro del guión o simpecado aparece en anagrama del Ave María, tanto en el de plata como en el bordado a canutillo, lentejuelas y coral, obra de José Luis López. 

        En la ráfaga que rodea a la imagen, aunque no se aprecia muy bien en la foto, hay unas cartelas ovaladas, en las cuales puede leerse de izquierda a derecha, B E N D I C I O N   D E   D I O S.
Así mismo las iniciales BdD, en la cartela central de la media luna.



        La corona es de clara alegoría inmaculista, con el sol que la preside, réplica a su vez de una corona antigua de la Hermandad sevillana del Dulce Nombre.

AVE MARÍA PURÍSIMA






















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