sábado, 1 de enero de 2011

1 de Enero, María Madre de Dios.



        La maternidad divina de María está basada en las enseñanzas de los Evangelios, en los escritos de los Padres y en la definición expresa de la Iglesia. S. Mateo (1:25) testifica que María "dio a luz a su primogénito" y que El fue llamado Jesús. Según S. Juan (1:15) Jesús es la Palabra hecha carne, la Palabra que asumió la naturaleza humana en el vientre de María. Como María era verdaderamente la madre de Jesús, y Jesús era verdadero Dios desde el primer momento de su concepción, María es en verdad la madre de Dios. Incluso los Padres más antiguos no dudaron en extraer esta conclusión, como puede verse en los escritos de S. Ignacio , S. Ireneo , y Tertuliano . El conflicto de Nestorio que negaba a María el título de "Madre de Dios" fue seguido por las enseñanzas del Concilio de Efeso, que proclamó que María era Theotokos en el verdadero sentido de la palabra.



"Confesamos, consiguientemente, a Nuestro Señor Jesucristo Hijo de Dios unigénito, Dios perfecto y hombre perfecto compuesto de alma racional y de cuerpo, antes de los siglos engendrado del Padre según la divinidad, y el mismo en los últimos días, por nosotros y por nuestra salvación, nacido de María Virgen según la humanidad, el mismo consubstancial con el Padre en cuanto a la divinidad y consubstancial con nosotros según la humanidad. Porque se hizo la unión de dos naturalezas (humana y divina), por lo cual confesamos a un solo Señor y a un solo Cristo" (DS, 272).

"Según la inteligencia de esta inconfundible unión, confesamos a la Santa Virgen por Madre de Dios, por haberse encarnado y hecho hombre el Verbo de Dios y por haber unido consigo, desde la misma concepción, en María, el templo que de ella tomó" (DS, 272).



EFREN, Diatessaron, 2,6: SC 121,69-70; cf. ID., Himni de Nativitate, 19,6-9: CSCO 187,59

"¿Cómo hubiera sido posible que aquella que fue morada del Espíritu, que estuvo cubierta con la sombra del poder de Dios, se convirtiera en una mujer de un mortal y diese a luz en el dolor, según la primera maldición?...Una mujer que da a luz con dolores no podría ser llamada bienaventurada. El Señor que entró con las puertas cerradas, salió así del seno virginal, porque esta virgen dio a luz realmente pero sin dolor"

Ante la Virgen, Efrén manifiesta con inspiración su maravilla:
.
«El Señor vino a ella
para hacerse siervo.
El Verbo vino a ella
para callar en su seno.
El rayo vino a ella
para no hacer ruido.
El pastor vino a ella,
y nació el Cordero, que llora dulcemente.
El seno de María
ha trastocado los papeles:
Quien creó todo
se ha apoderado de él, pero en la pobreza.
El Altísimo vino a ella (María),
pero entró humildemente.
El esplendor vino a ella,
pero vestido con ropas humildes.
Quien todo lo da
experimentó el hambre.
Quien da de beber a todos
Sufrió la sed.
Desnudo salió de ella,
quien todo lo reviste (de belleza)»
(Himno «De Nativitate» 11, 6-8).



Hermanos,

La presente solemnidad de la Virgen nos impulsa a cantar sus alabanzas ... Esta festividad es una gloria para todo el sexo femenino, ya que nos habla de aquélla que es a un tiempo madre y virgen. Amable y admirable conjunción.

Hoy nos ha reunido aquí la santa Virgen y Madre de Dios, tesoro no violado de la virginidad, paraíso del segundo Adán, taller donde se unieron las naturalezas, tálamo en que el verbo se desposó con la carne, zarza viviente a la que no consumió el fuego del partp divino, nube en verdad ligera que llevó, humanado, al que se sienta sobre los Querubines, purísimo vellocino del rocío celestial gracias al cual el Pastor se hizo cordero; María, repito, sierva y madre, virgen y cielo, único puente de Dios hacia los hombres.

¿Quien vió, quien oyó que Dios haya habitado en un seno que no limitó, y que las entrañas de una virgen hayan contenido, sin que quedara estrechado, a aquél a quien los cielos no pueden contener?

El que nació de la mujer es Dios

El que nació de la mujer es Dios, mas no solamente Dios ni tampoco puro hombre; y al nacer convirtió en puerta de salvación lo que antes fuera puerta del pecado. Porque donde la serpiente había derramado el virus de la desobediencia, allí el Verbo, por la obediencia, se edificó un templo viviente. De donde había provenido Caín, pecador, de allí provino Cristo, el Redentor del género humano... Si la madre no huebiera permanecido virgen, ciertamente el que nació es un mero hombre y el parto no tiene nada de admirable. Pero si Ella permaneció virgen aún despues del parto, ¿cómo él no habría de ser también Dios? ¿Cómo no se tratará aquí de un misterio que nadie puede expresar?

¡Seno bendito, en el cual se escribió el programa de la libertad de los hombres! ¡Entrañas benditas, en las que se forjaron las armas contra el diablo! ¡Campo bendito, en el cual el labrador mismo de la naturaleza produjo, sin semilla, una espiga! ¡Templo bendito, en el cual Dios se hizo sacerdote, no cambiando su naturaleza sino revistiendo, por misericordia, el sacerdocio según el orden de Melquisedec!

El que nació de la mujer es Dios y es hombre: Cristo

¡Oh misterio! Veo milagros y proclamo la divinidad, veo la pasión y no niego la humanidad. El Emanuel ciertamente abrió las puertas de la naturaleza, en cuanto hombre; pero en cuanto Dios, no violó el recinto de la virginidad. Salió del seno, como había entrado por el oído; nació como había sido concebido. Entró sin pasión, salió sin corrupción, como dice Ezequiel: "El Señor me volvió hacia la puerta exterior del santuario, que miraba al oriente; estaba cerrada. Y el Señor me dijo: 'Hijo de hombre, esta puerta estará cerrada. no se abrirá y nadie pasará por ella, sino sólo el Señor Dios de Israel. En entrará y saldrá, y la puerta estará cerrada'." He aquí claramente indicada a la Madre de Dios, María. Dirímase toda contradicción y seamos ilustrados por la doctrina de las Escrituras; para poder alcanzar el reino de Cristo. A quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Sermón 1. Alabanzas de la Virgen, pronunciado ante el patriarca Nestorio, en el año 428, en una fiesta de la Virgen.





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