jueves, 9 de mayo de 2013

Flor del 9 de mayo



CÁNTICO: «VENID Y VAMOS TODOS»

Venid y vamos todos con flores a porfía
con flores a María
que Madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes purísima doncella
más que la luna bella postrados a tus pies.

A ofrecerte venimos flores del bajo suelo
con cuánto amor y anhelo Señora Tú lo ves.

 
 
 Pues por divina Patrona
te venera esta ciudad,
Dulce Madre de Milagros
ten de tus hijos piedad.
 

Flor del 6 de mayo: Madre del Buen Consejo
Fiesta de Nuestra Señora de los Milagros

Meditación: María nos aconsejó en las bodas de Caná, “Haced lo que El os diga” (Juan 2,5), y nos lo vuelve a dictar. ¿Qué quiere Cristo de mi?. ¿Lo podemos seguir cuando nos dice “deja todo y sígueme?”.
“Hijo, ¿por qué nos haz hecho esto?” (Lucas 2,48). Cristo tenía que mostrarnos ante todo más el amor a Dios que el de la familia. ¡Pero cuántas veces abandonamos a nuestra Madre por amores, caprichos, vanidades y miedos!.

Oración: ¡Oh dulce consejera del alma, oh hermosa Esclava!. Entrega a Dios nuestra alma para que se haga santa, que abramos nuestros oídos y seamos hijos solícitos. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Ser un verdadero Cristo al aconsejar a mi hermano.


ORACIÓN PREPARATORIA

Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno que haya acudido a tu patrocinio, implorado tu auxilio, o pedido tu socorro, haya sido abandonado de Ti. Animado por esta confianza, vengo a Ti, me refugio en Ti, yo pecador gimo delante de Ti. No quieras, ¡oh Madre del Verbo Eterno!, despreciar mis súplicas; antes bien, escúchalas favorablemente, y haz lo que te suplico. Amén.


INVOCACIONES AL DULCE NOMBRE DE MARÍA

  M adre mía amantísima, en todos los instantes de mi vida, acuérdate de mí, miserable pecador. Avemaría.
A cueducto de las divinas gracias, concédeme abundancia de lágrimas para llorar mis pecados. Avemaría.
R eina del cielo y de la tierra, sé mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos. Avemaría.
I nmaculada hija de Joaquín y Ana, alcánzame de tu santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación. Avemaría.
A bogada y refugio de los pecadores, asísteme en el trance de mi muerte y ábreme las puertas del cielo. Avemaría.

BAJO TU AMPARO

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desoigas la oración de tus hijos necesitados y líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!

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