Para la ocasión estrena dos hermosas prendas, ambas donadas a nuestra preciosa Pastora, una saya bordada en oro con minucioso trabajo monjil sobre terciopelo morado fechada en el S. XVIII, así mismo el manto que la recubre es de tisú morado con tornasol en oro, ambas prendas adornan a nuestra singular Pastora Divina para estas solemnidades litúrgicas.
Noche y día, lengua mía, Himnos cantar con ardor,
A la bella clara estrella, Madre Excelsa del Señor.
¡Oh Señora fiel Pastora de los valles del Eden!
¡Gozo santo, dulce encanto de los ojos que te ven!
La saya es preciosa, la pena es que no se aprecia bien el color, supongo que por la luz.
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